Ordena tu casa, porque el personaje más importante de tu vida te va a visitar. Ese personaje eres tu mismo. Y la casa es tu vida misma. Adentro está el centro, la calma, la paz, afuera está el jardín, la mente, llena de pensamientos, árboles, naturaleza. Observa la corriente constante de pensamientos y emociones que transitan libremente por tu cabeza.
Todos tenemos una casa por construir, todos tenemos un camino por recorrer. No importa que la casa sea grande o pequeña, no importa que sea agradable o desagradable, lo que importa es que sea tu casa, y que tú la construyas.
El interior de la casa es el centro, la conciencia, la paz, la no mente. El jardín de la casa, es la mente, la memoria, los pensamientos, es el contacto con el mundo exterior. La meditación es la llave para abrir la puerta y entrar a la calma del interior.
Puedes construir tu casa sobre rocas firmes, sobre valores y principios universales, desde tu casa puedes salir al jardín a observar la vida en toda su dimensión. Observa en silencio, todo lo que está a tu alrededor. Puede ser que tengas el mar al lado de la casa, y que la misma se encuentre sobre grandes piedras, elevada a muchos metros del nivel del mar. Cuando quieras puedes escuchar como las olas chocan. Brinca al mar, nada, disfruta, y vuelve a subir por las rocas, atraviesa el jardín, y retoma energía, en la paz de tu casa.
Namasté
Nan Miojo Rengue Kio
Manuel Damian
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